Cuando uno visita el Museo Nacional del Aire y el Espacio de Washington no se espera encontrar una colección de abanicos del siglo XVIII. Sin embargo, la tienen. La decoración abaniquil es infinita, aquí las nubes, los globos y el cielo ponen el tope a una historia de lo más curiosa.
Evelyn Way Kendall era hija de un superintendente de los Ferrocarriles Canadienses, que durante las vacaciones de 1920-1921 participó en el rescate de tres pilotos de globo aerostático de la Marina de los Estados Unidos, que habían quedado atrapados en una tormenta y habían sido arrastrados hacia lo más profundo del desierto alrededor de la Bahía de Hudson.
Tal vez este hecho, despertó un interés en su hija, que junto con su marido – Henry Plimpton Kendall- comenzaron a coleccionar un año después, antigüedades relacionadas con la historia del vuelo, que ayudan a entender el contexto histórico y el furor que causaron los globos aerostáticos. Debió ser algo casi milagroso. Los Kendall, acabaron convirtiéndose en uno de los matrimonios de grandes coleccionistas norteamericanos, del siglo pasado. La colección, incluye más de 1.000 obras de arte, grabados, carteles, manuscritos, cajitas y libros que documentan la historia del vuelo desde sus primeras ascensiones.
Y es que, la invención del globo golpeó a hombres y mujeres de finales del siglo XVIII como un rayo. De agosto a diciembre de 1783, se reunieron enormes multitudes para ver un globo tras otro subir por encima de los tejados de París, llevando a los primeros seres humanos al aire.
Con el tiempo este entusiasmo se fue extendiendo al resto de Europa. Los tesoros de su colección ayudan a entender la sensación de la maravilla y la emoción experimentada por los que fueron testigos del nacimiento del vuelo hace más de dos siglos. ¡Qué lujo!
Estos son algunos ejemplos de la colección de abanicos:
Este abanico muestra el ascenso de J.A.C. El primer globo de hidrógeno desde el Palacio de las Tullerías el 1 de diciembre de 1783, y el aterrizaje en el pueblo de Nesles-la-Vallée, fuera de París. El varillaje parece ser de caoba con incrustaciones de hueso.
Este abanico fue diseñado por la compañía francesa Duvelleroy cerca de 1900. En él aparecen dibujos de damas y caballeros de la época, observando un globo que pasaba a través de una ventana del salón. El varillaje es una maravilla realizada en marfil dorado.
https://airandspace.si.edu/exhibitions/clouds-bag
https://airandspace.si.edu/stories/editorial/fans-national-air-and-space-museum
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