Muy very Fan: Evelyn Nesbit

Madison Square Garden, un triángulo amoroso y un asesinato. Así empieza este post enmarcado en uno de los lugares más emblemáticos de Nueva York, pero también escenario de uno de los asesinatos más crueles de Manhattan. ¿Qué tal si conocemos a los protagonistas?

Evelyn Nesbit provenía de una familia de Pensilvania de origen escocés e irlandés. Su verdadero nombre era Florence Evelyn Nesbit. La familia Nesbit se mudó a Pittsburg hacia 1893. Su padre, falleció ese año dejando deudas importantes, su mujer y sus dos hijos vivieron rozando la indigencia durante mucho tiempo. Cuando Evelyn llegó a la adolescencia, su belleza llamó la atención de varios artistas locales, entre ellos John Storm, quién contó con ella para algunos trabajos como modelo artística. Cuando llegó a Nueva York en 1900, su ascenso fue meteórico. Evelyn entró en un mundo nuevo y diferente. Como escribe Lindsay Baker, ella fue la primera supermodelo;

«La juventud y los rasgos suaves de Nesbit pronto se hicieron omnipresentes; salía en tarjetas postales, marcas de tabaco, calendarios y cromolitografías. A menudo posaba para ilustradores disfrazándose de ninfa, gitana, diosa griega, geisha – siempre vestida-  las imágenes no eran abiertamente sexuales, aunque había una sugestión pin-up sobre ellas que sin duda contribuyó a su popularidad, y a la celebridad de Nesbit «.

El pintor James Carroll Beckwith la adoptó como protegida y la presentó a artistas e ilustradores. Pronto, Nesbit fue la modelo más solicitada de Nueva York. Se convirtió en una cara popular en las portadas de revistas como Vanity Fair o Harper’s Bazaar. Su cara, de una belleza fresca y natural, alejada de los retratos eduardianos, servía para publicitar desde marcas de chocolate, perfumes, ropa, hasta cremas faciales o pastas de dientes. La fotografía de moda estaba naciendo, Nesbit entró por la puerta grande, empezó a generar enormes ventas para los periódicos y se convirtió en un rostro que el público reconocía inmediatamente. Ella misma cuenta en sus memorias, como el fotógrafo Joel Feder le pagó el equivalente a 200 dólares actuales al día, una cantidad nada desdeñable y suficiente para poder mantener a su familia. 

En poco tiempo, hacia 1901, fue contratada para el coro de la exitosa obra de Broadway «Florodora». Nesbit aparecía con frecuencia en las columnas de cotilleo y revistas teatrales del momento, y no tardo en ser contratada como actriz en otra obra. Como las supermodelos que la sucedieron, Nesbit se había convertido en un icono de su tiempo. 

Nuestro segundo protagonista es Stanford White; alto, encantador, con un pelo rojo súper brillante y un bigotazo, un hombre poderoso e influyente con dos pasiones: la arquitectura y las mujeres. Era miembro de la alta sociedad neoyorquina y treinta años mayor que Evelyn. Su romance comenzó con un ligero coqueteo en los camerinos al finalizar los espectáculos de cada noche. White se convirtió en su amante y benefactor. Llenaba a Nesbit y a su familia de regalos extravagantes e incluso le regaló un elegante apartamento.

Él era el arquitecto de moda. Su obra maestra fue, el segundo Madison Square Garden. Las fotos antiguas lo muestran como un palacio resplandeciente, coronado por un minarete inspirado en el campanario de la Catedral de Sevilla. Contaba con la sala de conciertos más grande del mundo, una zona deportiva, boutiques y bares en la planta baja, un teatro en la azotea y el restaurante más grande de Manhattan.

No muy lejos de allí White tenía un apartamento – actualmente una especie de parking indescriptible en el nº 22 West 24th Street- que hacia el 1900, era la guarida seductora de White.  El primer piso estaba decorado con una rica y suntuosa seda roja, era el comedor, donde White pedía comida del restaurante Delmonico. Se dice que en la primera cita que tuvo con Evelyn, ella quedó fascinada por el lujoso almuerzo del famoso restaurante «Lobster Newburgh» que consistía en huevos rellenos, ostras heladas sobre hielo y champán. El piso de arriba ya era otra cosa… decorado con un columpio de terciopelo rojo colgando del techo, en una habitación pintada de un profundo verde bosque. 

«Sin dudarlo, Evelyn saltó al columpio. White agarró las cuerdas de terciopelo y las pequeñas manos de Evelyn … un segundo y tercer empujón la enviaron volando en el aire en dirección a una gran sombrilla japonesa de papel de varios colores «.

Al lado estaba el dormitorio de White, que decoró con luces parpadeantes, y tenía las paredes y el techo cubiertos de espejos. Un pillín en toda regla… Décadas más tarde, este apartamento se convirtió en una pensión de mala muerte, hasta que finalmente fue derruido a finales de los noventa. 

 Mirando los edificios a ambos lados del aparcamiento, aún se puede ver el contorno del apartamento de White, como un «edificio fantasma», donde se aprecia la marca distintiva de los pisos.

Estos dos ardientes amantes estuvieron juntos cerca de un año. White como buen conquistador, siguió «persiguiendo» a otras coristas de Broadway. Nesbit, tal vez sin ver ningún futuro con el arquitecto mucho mayor que ella, tampoco perdió el tiempo. Tuvo más romances con actores como John Barrymore y con nuestro tercer protagonista; un desquiciado millonario llamado Harry Kendall Thaw. Un riquísimo heredero de una fortuna ferroviaria con quien se casó poco después. Pero a lo largo de todos sus romances, White, el arquitecto de moda,  seguiría siendo una presencia constante, un amigo y un benefactor. Una sombra que siempre estuvo ahí… os podéis imaginar ya por dónde va la cosa, ¿no?

 

Una foto del matrimonio 

Thaw persuadió a Nesbit para que recorriera Europa con él, ese viaje resultó una pesadilla. Su comportamiento se fue volviendo cada vez más controlador y sus celos por Stanford White se estaban convirtiendo en una obsesión. Las memorias de Evelyn narran como en Austria, Thaw la encerró en su habitación varios días para controlarla en todo momento. En Francia, visitando el lugar de nacimiento de Juana de Arco, Thaw firmó en el libro de visitas; 

 «[Juana de Arco] no habría sido virgen si Stanford White hubiera existido».

Una joya de hombre.  

Una noche de verano de 1906, White estaba sentado en su mesa privada en el tejado del Madison Square Garden, donde a menudo se dejaba caer. El espectáculo de esa noche fue el estreno del musical Mam’zelle Champagne de Edgar Allan Woolf. Muy cerca estaba sentado Thaw, loco de celos y, según él, con el objetivo de defender el honor de su joven mujer,  se acercó a White -tras finalizar el espectáculo- y desde atrás, cuando estaba a unos metros de distancia, le  disparó en la cabeza tres veces con su pistola. Parte de la cara y el cráneo de White fueron arrancados y el resto era irreconocible por los restos de pólvora. «Los testigos dijeron que Thaw gritó: «Lo hice porque arruinó a mi esposa «. Otros afirmaron que Thaw había dicho ‘vida’ no ‘esposa’.

Nesbit fue la testigo estrella de un juicio lleno de detalles sorprendentes sobre sus relaciones con estos hombres (ambos supuestamente abusaron de ella). Fue un juicio tan mediático que incluso un grupo religioso intentó boicotear a los periodistas para que prohibieran informar sobre los detalles más escabrosos. 

Evelyn declarando como testigo durante el juicio. 

La madre de Evelyn fue acusada de prostituir a su hija con White. Evelyn recibió en la prensa el calificativo de «la chica del columpio de terciopelo rojo». Debido a la gran publicidad que atrajo el caso, el jurado tuvo que ser aislado por primera vez en la historia de Estados Unidos. Thaw fue condenado a cadena perpetua en un hospital para criminales con problemas psicológicos. 

A pesar de todo, Nesbit resitió y consiguió construirse una vida tras estos sucesos traumáticos. Fue madre, actriz en películas mudas, y artista de vodevil – con escaso éxito- además de escribir su biografía. La vida de Nesbit ha quedado reflejada en poemas, obras de teatro y películas.  Su vida se vio marcada por varios intentos de suicidio, alcoholismo y adicción a la morfina. Falleció en una residencia de la tercera edad en Santa Mónica (California) en 1967, a los 82 años. Nesbit fue enterrada en el Cementerio de Holy Crossde Culver City, California.

* Como curiosidad si algún día visitas el Museo de Arte de Filadelfia, sube las escaleras y al final de la entrada principal en una alcoba, encontrarás una estatua grande y dorada de una mujer desnuda, la misma que una vez adornó la torre del Madison Square Garden. Es todo lo que queda de uno de los edificios más bonitos de Manhattan de la era dorada de los años 20.

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¡Y que corra el aire! 

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