Stephane Mallarmé (Francia 1842-1898) fue un poeta simbolista y también crítico literario. Su obra está cargada de simbolismo que busca sugerir y que el lector vaya adivinando el objeto para que disfrute más el poema. «El abanico de Madame Mallarmé» es uno de los mejores ejemplos.
Dedicado a la belleza, donde todo cobra sentido, el abanico es un símbolo de frescura e inspiración. El lenguaje que usa, es algo así como una metáfora del movimiento del abanico, como un palpitar constante. Hay un homenaje a la esposa del poeta, quien es su fuente de inspiración, pues la identifica con su abanico. Un objeto cargado de delicadeza y feminidad, de ritmo, de vitalidad donde la esposa de Mallarmé, lo sostiene y le da vida para que irradie frescura.
Abanico de Madame Mallarmé
Como sin otra expresión
Que un latir que al cielo anhela
El verso futuro vuela
De la exquisita mansión
Ala baja mensajera
Es el abanico si
El mismo es que tras de ti
A sí propio espejo fuera
Tan límpido (donde cede
Pues brizna a brizna la amaga
La poca ceniza vaga
Sola que afligirme puede)
Siempre así palpite y siga
En tus manos sin fatiga.
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Principales fuentes consultadas: Área Libros República Blog. Wikipedia. Ni un sólo libro Blog.